domingo, 31 de octubre de 2010

Jodido arte

En abril de 1998 apareció en la prensa británica una información que llegó a convertirse en noticia de portada. La prensa internacional también se hizo eco. En España el diario El País publicó...

"Arte y Comunicación
Angela Marshall, pintora americana, inauguró ayer en la galería Decima de Londres una exposición personal. Muy personal. Angela pintará sus cuadros allí mismo y no los venderá si el pretendido comprador no mantiene relaciones sexuales con ella. La muestra, que tiene el alentador título de Fuckart & Pimp, algo así como "Joderarte y chuleo", prevé que la autora reciba a los clientes de uno a uno, realice la obra y, si quieren comprarla y ella accede a venderla, pasen por la piedra in situ, con las siguientes tarifas artístico-sexuales: cuadro pequeño, 25 libras (6.300 pts) y sexo oral; tela mediana, 50 libras (12.500 pts) y relación completa. Los amantes de experiencias extravagantes tendrán que ir al tamaño sábana total, que por poco más de 75 libras (19.000 pts) cabe suponer que les deparará momentos inolvidables. El conservador de la exposición, Alex Chappel, ha explicado, por si alguien no lo hubiera entendido, que "es esencial que el público haga el amor con Angela para que se consume su arte". Ella, vestida de la guisa que aparece en la fotografía, que incluye leopardo, sombrero rojo, wonderbra y correa de perro al cuello, asegura no estar preocupada por el sexo, sino por lo suyo, que es "arte y comunicación con otras personas". Se ignora el número de obras de que puede llegar a constar la muestra." 
(El País - 18 Abril 1998)

En otros medios añadían:
"... la artista, de 25 años, intentará pintar su obra de arte al mismo tiempo que el cliente ocupa su tiempo en otros menesteres. Seis clientes estaban citados ayer a la inauguración de la muestra."

Curioso ¿verdad?. 
Esta señorita-artista valoraba su obra mínima, una mamada para el cliente, en 37,8 euros, y además, regalaba un cuadro (o al revés). Los otros precios, al cambio: 75 € y 114 € 
Ignoro las tarifas oficiales de prostitución femenina en el Londres de hace una decena de años pero, conociendo los precios tan absurdos y exagerados que se pretenden manejar en el llamado mercado del arte, la cotización de Angela Marshall no resulta especialmente elevada, más teniendo en cuenta el precio de los materiales de pintura (que corren a cargo del artista), y que las galerías de arte se quedan con un porcentaje que oscila entre el 30% y el 60% (en algunos casos más) de las ganancias totales de venta. Definitivamente, tendrían que venderse muchos cuadros para que la exposición resultase rentable.

¿y qué pasó?, ¿qué tal fue la exposición Fuckart & Pimp?, ¿se vendieron muchos cuadros?, ¿hubo clientes-coleccionistas que repitiesen en la adquisición de cuadros?, ¿aprendió alguien algo de pintura mientras se corría?.

Una primera entrevista del evento corrió a cargo del diario británico The Sport que, junto a una imagen de Angela Marshall en topless, titulaba: "Me gusta más así que colgados en mi galería". La artista añadía: "Es una manera de desafiar lo que la gente piensa que es aceptable", y "yo no lo hago por dinero, lo estoy haciendo por amor al arte."

El diario The Independent envió un reportero y fotógrafo a la galería para entrevistar a la artista. Otra persona (una cantante llamada Jules) se hizo pasar por Angela Marshall, fue entrevistada y sus declaraciones aparecieron en portada el viernes 17 de abril, con un especial de siete páginas sobre la artista y el espectáculo.
Al día siguiente, desde las 9:00 de la mañana, la galería de Arte se vio asediada por reporteros de prensa. Naturalmente allí no había pintura, tampoco clientes, pero Angela Marshall "comprimida en un viejo abrigo de leopardo, deportivas de color rojo, collar de perro con diamantes de imitación, guantes, coronada con sombrero rojo, peluca rubia y gafas de sol oscuras" posó para las cámaras, informó el diario The Scotsman.

En un primer momento, el periódico The Guardiant especuló que aquel día los posibles compradores se mantuvieron alejados "posiblemente disuadidos por la cantidad de medios de prensa, cámaras y reporteros reunidos a las puertas de la galería".
Por su parte, el diario The Scotsman informó de la identidad de un cliente "llamado Mark Childs y que afirmó ser un "comprador"... "bajo un foco de luz de color rojo oscuro, se pudo ver a un hombre y dos mujeres (la "ayudante", y también artista, Jessica Konopka) manteniendo relaciones en un colchón dentro de la galería. Cuando esa noche Mark Childs salió de la galería con la cara manchada de lápiz de labios, llevaba consigo una pintura borrosa. La razón por la que la pintura era digitalmente borrosa se debía a que llevaba garabateado con lápiz de labios "Media Cunts" (Medios de comunicación Coños)".

Como es habitual, la opinión pública conservadora, escandalizada, no tardó en hacerse notar presentando un escrito ante las cámaras "advirtiendo que el local parecía estar siendo utilizada para entretenimiento sexual y con ello el responsable de la muestra estaba cometiendo un delito. Como evidencia, aportaron informes de testigos oculares que, a cambio de pagar cinco libras se les podría haber permitido presenciar el show a través de una mirilla en la puerta de la galería. Si la exposición continuaba, la galería correría el riesgo de persecución", comunicó el diario The Scotsman.

Y, de repente, después de tres intensos días de expectación en los que el seguimiento incluso había llegado a ser portada, desapareció de las columnas de prensa.


¿Qué ocurrió?... ¿porqué se silenció la noticia de forma repentina?.

Pues bien, según supimos más tarde, el espectáculo fue concebido por Alex Chappel y el periodista David C.West mediante un comunicado de prensa inicial enviado a todos los periódicos y medios de comunicación pero, en realidad, Fuckart & Pimp y lo que ofrecía fue todo mentira, un montaje con el objetivo de llamar la atención y obtener publicidad gratis para la galería.
Ante la burla a que habían sido sometidos, la prensa inglesa se mostró reacia a seguir con la historia, con lo cual, apenas hubo rectificación de la información anterior.
The Daily Telegraph tituló "Farsantes fingen una exposición de arte y sexo", argumentando que todo había sido un engaño "reports on the elaborate and bizarre activities of two publicity-seekers".
Y por su parte, en The Sunday Mirror, David West admitió: "Fue un engaño... una farsa", en un breve artículo titulado "Fingir en el nombre del arte".

Un año más tarde, Décima volvió a la carga con un nuevo espectáculo titulado "¿Fue Jesús un homosexual?" donde se manejaron argumentos filosóficos tales como: "Jesús dijo que si alguno tiene sed, que venga a mí y lo dejaré beber". Esto ahora se lee como: "Jesús dijo que venga" (en un juego de palabras con doble sentido... venir = eyacular). O un tríptico que representaba a un Jesús negro y a sus discípulos, también negros, dedicados a la felación con Cristo.

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